En el primer año de su Pontificado, el papa Francisco publicó su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013)1, un documento de teología pastoral o práctica2. En ella expresaba la necesidad de anunciar el evangelio en el mundo actual de manera novedosa y creativa, exhortando a los creyentes a iniciar una nueva etapa de evangelización. Evangelii Gaudium (EG) no es un documento más, sino que tiene “un sentido programático con consecuencias importantes” (EG, 25). ¿Qué significa esto? Es un programa de trabajo para todos los católicos y para nuestras comunidades; es una nueva opción misionera, “capaz de transformarlo todo” (EG, 27); para ello, hay que “poner los medios necesarios” (EG, 25) y no dejar las cosas como están” (EG, 25).
Es un documento programático para “Despertar”. La llamada del Papa es muy profunda, como si nos dijera: ¡Despertad”! No sigamos perdiendo el tiempo en cosas secundarias. ¡Entremos en un estado de misión, de salida, de cercanía con todos! ¡Que nadie se quede sin oír el anuncio de un Dios que nos ama, que nos salva, que vive! ¡No nos quedemos encerrados, salgamos! No nos pide que organicemos alguna misión popular sino que entremos en un “estado permanente de misión” (EG, 25). Sin “prohibiciones ni miedos” (EG 33), sin temor a equivocarnos o a ser cuestionados. Hay que ser “audaces y creativos”, y actuar con generosidad y valentía” (EG, 33). El papa Francisco pide que pongamos todo al servicio de una misión: llegar a la vida de cada ser humano con el anuncio central del Evangelio. Para logarlo, tenemos que “repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades” (EG, 33). La reforma de la Iglesia que propone el Papa consiste sencillamente en colocar en segundo plano lo que no sirve directamente para llegar a todos con el primer anuncio. Por eso tiene tanta importancia la cercanía misericordiosa o el anuncio de persona a persona, por encima de toda preocupación por las estructuras, la organización, las reuniones, las discusiones etc… Por ejemplo, el papa Francisco pide a la Parroquia, que “realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o un grupo de selectos que se miran a sí mismos” (EG, 28). En todo se pide actitud de salida, de éxodo; no de mantenimiento auto-referencial. La pastoral ordinaria, en todas sus instancias y niveles, tiene que colocar a los agentes pastorales en constante actitud de salida (Cfr EG, 27). Nos pide cambiar las costumbres, el estilo, el lenguaje, y hasta los horarios. Sin embargo, nuestro objetivo es exponer la íntima relación existente entre dos nociones teológicas claves para la reflexión pastoral: la primacía de Dios y la conversión Pastoral expresadas en el documento programático3, aspectos hoy claves para una autentica renovación eclesial y pastoral en la vida de nuestras parroquias.
Voy a dividir mi reflexión en tres apartados. En primer lugar, queremos demostrar la relación entre la primacía de Dios y la conversión pastoral en EG y en otros escritos del Papa Francisco. En un segundo apartado nos centraremos en la reforma guiada por el paradigma de la conversión misionera. Y ello porque el programa del Papa Bergoglio es “la reforma de la Iglesia en salida misionera”. Finalmente, en el tercer y último apartado me detendré en el significado de la expresión “Iglesia en salida” y sus consecuencias para la renovación de nuestras parroquias.
Documento completo:
LA REFORMA MISIONERA DE LA IGLESIA. UNA IGLESIA EN SALIDA